He tenido la suerte de poder ir de visita a la Cadena Ser y ver a mi admirado Eduardo Punset. He estado a punto de chillar como una adolescente y correr detrás de él por los pasillos de la cadena. Pero el pudor me ha impedido llegar a saludarle a pesar que el se ha acercado educadamente con esa intención.
No he hecho ninguna fotografía. No me he atrevido. Solo he fotografiado esta vista de Madrid desde la parte de atrás de Gran Vía. Si quitamos las torres del fondo que afean nuestro línea del cielo, está claro que Madrid sigue siendo un pueblo entre Castilla la Vieja y Castilla la Nueva.
3 comentarios:
alucinante, es cierto, es un pueblo
Pues tienes razón y Punset es una mezcla entre el boticario y el cura
Las cosas no cambian tanto como parecen
precioso
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