lunes, 15 de marzo de 2010

Edificios inteligentes

La inteligencia en los edificios también tiene niveles. En el nuevo en el que estoy parece que anda un poco deficiente. Por las tardes siempre y en algunos momentos más del día, aunque en la calle hace 2 grados nosotros tenemos 28 grados celsius. Estos días pasa un operario con un aparato en la mano y mira fijamente un display donde aparecen unos números. Después de pasar varios días, un compañero se ha hecho el valiente y le ha preguntado: ¿Qué esta midiendo? Teníamos nuestras dudas de que fuera la temperatura lo que midiera y aunque nos ha dicho que es la temperatura todavía no estamos seguro que así sea. Quiza mida la inteligencia de los empleados. Quizá este sea un nuevo sistema para decidir nuestro futuro en ella. Quizá si encuentra concentraciones anomalas de inteligencia requieran una rápida intervención separando y aislando a los más dotados. En las empresas de este tipo la inteligencia no es un activo de la empresa. Hay muchas más cosas que se valoran más. Por eso quizá la inteligencia de este edificio sea también un poco deficiente. Buscan la armonía de todas las partes.

3 comentarios:

Crisan dijo...

Creo que de allí sale un programa para Punset, creo que teneis chicha suficiente como para veros en Redes bajo el título de "Eci e inteligencia: destapando el enigma" y una hora de charlita entre Punset y el operario con el dispositivo medidor. Aunque a mi me gusta mas el viejo título de "Eci: hay otros mundos pero están en este"
Si te sirve de consuelo con nosotros también han utilizado un aparato medidor para saber qué empleados están dentro y fuera de la organización, algo muy similar, y se está tomando muy en serio, y te lo dice uno que ha salido muy bien puntuado, que no se si es bueno o malo

LAcebes dijo...

Creo que las empresas no necesitan inteligencia salvo en dosis controladas. Y eso es bueno porque muchos estaríamos en el paro si lo que necesitan es inteligencia.

Y sería bueno que esto se asumiera para evitarnos muchos malentendidos que surgen con estas cosas. Por ejemplo eso de la formación continua que tanto nos agobia terminaría. Y esa necesidad de demostrar en las reuniones lo inteligentes que somos también terminaría. Las empresas irían mejor y nosotros seríamos más felices. La inteligencia es algo sobrevalorado.

Salobrar dijo...

Caramba, en mi empresa como pongan a medir quien está fuera de la organización, con algunos estallaría el aparatito